Los vecinos de este municipio del norte del Alto Palancia siguen, todavía, en pie de guerra casi tres años después de que, en febrero de 2006, comenzaran las obras de derribo del polideportivo del El Toro. La lucha comenzó, en un principio, con la recogida de firmas por parte de los vecinos en la que mostraban su malestar y disconformidad con la decisión tomada por el ayuntamiento de derribar el pabellón, además los vecinos se reunieron para mostrar su indignación.
Pero la situación llegó a los juzgados y a principios de 2007, dos propietarios del solar donde se levantaba el polideportivo así como un grupo de socios fundadores interpusieron una demanda para suspender la obra de la futura nave multiusos. Esta demanda se perdió y en la actualidad se encuentra recurrida. Sin embargo, según ha podido saber Levante de Castelló, los antiguos socios del polideportivo se han puesto en manos de abogados para interponer otra demanda.
El Ayuntamiento de El Toro derribó las paredes donde se asentaba, desde mediados de los 70, la infraestructura deportiva con la intención de construir en el solar una nave multiusos. Años más tarde, en 1996, los propietarios decidieron donar las instalaciones al ayuntamiento.
El portavoz del PSPV-PSOE de El Toro, Francis Orduña, ha asegurado que el ayuntamiento "no tiene la propiedad del polideportivo". Orduña afirmó que, tras ser comprobado en el Registro de la Propiedad de Viver, "de las 30 partes que forman el polideportivo, el ayuntamiento tiene dos".
Orduña ha lamentado, además, que el consistorio no haya respetado las condiciones de la donación. En el momento en que el ayuntamiento decidió comenzar el derribo no se convocó al Consejo Asesor, formado por ocho miembros del club social que donó las instalaciones, como marcaba el convenio.
Según comentó, en su día, la alcaldesa de El Toro, Ana Orduña, era necesario "construir un salón multiusos en ese emplazamiento" y señaló que en la nueva nave se podrá practicar deporte y además se podrán hacer discomóviles Según Orduña, el nuevo multiusos permitirá hacer deporte aunque llueva. Al parecer, las obras no continuarán hasta que no se aclaren los temas judiciales.
Fuente: Levante de Castellón
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